Un examen preocupacional, también conocido como examen médico preempleo, es un requisito común antes de que un empleado comience a trabajar en una empresa. El objetivo principal de este examen es evaluar la salud general del trabajador y determinar su aptitud para realizar las tareas y responsabilidades asociadas al puesto de trabajo.
El contenido exacto del examen preocupacional puede variar según la empresa y la naturaleza del trabajo, pero generalmente incluye lo siguiente:
1. Historia clínica: Se recopila información médica relevante del candidato, como antecedentes médicos personales y familiares, enfermedades previas, cirugías, alergias, medicamentos tomados, etc.
2. Examen físico: Se lleva a cabo una evaluación física completa que puede incluir mediciones de peso, altura, presión arterial, frecuencia cardíaca, auscultación cardíaca y pulmonar, examen de los sistemas musculoesquelético y neurológico, entre otros.
3. Exámenes de laboratorio: Se solicitan pruebas de laboratorio para evaluar la salud general del candidato. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre, como hemograma completo, perfil lipídico, pruebas de función hepática y renal, pruebas de detección de drogas, pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual, entre otros.
4. Exámenes complementarios: Dependiendo del tipo de trabajo y los riesgos asociados, pueden solicitarse exámenes adicionales, como radiografías de tórax, electrocardiograma (ECG), audiometría, espirometría (prueba de la función pulmonar), pruebas de visión, evaluación psicológica, entre otros.
5. Evaluación psicológica: En algunos casos, se realiza una evaluación psicológica para evaluar la aptitud emocional y mental del candidato para el puesto de trabajo.
Es importante destacar que el contenido del examen preocupacional puede variar según la legislación laboral, las políticas internas de la empresa y los requisitos específicos del puesto de trabajo.