La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo se llevó a cabo en Ginebra en 2006. Reconoció la importancia de reducir las lesiones, enfermedades y muertes relacionadas con el trabajo a nivel mundial. Se destacó que la protección de los trabajadores contra estas situaciones es un objetivo fundamental de la organización. Se subrayó el impacto negativo de estas situaciones en la productividad y el desarrollo económico y social. Los miembros deben promover la mejora continua de la seguridad y salud en el trabajo a través de políticas y programas nacionales en consulta con las organizaciones de empleadores y trabajadores. También se deben adoptar medidas progresivas para garantizar un ambiente laboral seguro y saludable, y se deben examinar regularmente las medidas para ratificar los convenios relevantes de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo.